Miro tus ojos y el mundo se me para
Tus movimientos son más lentos
Y puedo apreciar cada finura de tu rostro
Tus manos me agarran pero tiempo tengo
Para caminar por tus rosados pómulos
Por tus verdes ojos
Por cada curva de tus labios
Y de repente siento tus manos
Un cosquilleo ronda todo mi ser
Mis ojos se encuentran con los tuyos
Ambos nos reímos con cierta timidez
Mientras sonríes el reloj se ralentiza
Tus manos me envuelven
Nuestros labios se aproximan
Pero entonces…
Una ráfaga de viento me avisa:
Tu tiempo se ha terminado
Vuelvo a la realidad
Siento sus manos agarrándome
Aprieta fuerte, siento su verdad
“Ojala pudiese, ojala…”
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